Dodge perdió popularidad en las últimas décadas con el éxito de Ford y Chevrolet, sus dos rivales norteamericanas, pero no por eso dejó de ser sinónimo de potencia, durabilidad y hasta de autos icónicos como el Old Betsy, el primero de su historia. El nombre fue olvidado por muchos, aunque el impacto en la década del ‘10 no cesa.
El Dodge Old Betsy fue, en realidad, algo más que el primer modelo de la compañía. Con una potencia de 35 CV y una estructura muy particular, dejó un legado inigualable hoy en día. Ya transcurrieron exactamente 110 años desde su lanzamiento y conocerlo en detalle resulta necesario para comprender la actualidad incluso del mundo automotriz estadounidense.
De las bicicletas a los autos; los comienzos de Dodge
Antes de hablar del Old Betsy, es necesario retroceder un poco y explorar los orígenes de la marca, que fue fundada en 1900 por los hermanos John y Horace Dodge. Curiosamente, no nació directamente como un fabricante de coches, sino como una tienda de bicicletas y luego como proveedor de piezas automotrices para otras empresas.
Sin embargo, la experiencia en ingeniería y fabricación llevó a John y Horace a dar el siguiente paso lógico: crear su propio automóvil. Así fue como en 1914, luego de años de desarrollar una sólida reputación como empresa, Dodge lanzó su primer modelo, el
Old Betsy. Debido al tiempo que transcurrió, carece de renombre, pero, por su impacto, merece siempre que se lo recuerde.
El simple hecho de ser pionero y, por ende, el que dio origen a la marca que se conoce ahora, consagró al Dodge Old Betsy como el más importante. Y más allá de la norteamericana en sí, representó un gran avance para la industria en general. En una época en la que la producción de autos en masa apenas estaba despegando, era un ejemplo de diseño y tecnología avanzada.
¿Cuánto y cómo rendía el Old Betsy?
El motor del Dodge Old Betsy producía unos 35 CV, una cifra muy baja, pero más que respetable hace más de un siglo. Hay hasta quienes sostienen que equivalía a los más de 700 de un Challenger Hellcat moderno. Igualmente se trata de dos modelos muy distintos para comparar.
Más allá de la potencia en sí, una de las características más destacadas de este auto era su capacidad para trasladar hasta cinco pasajeros, algo nada habitual en aquel entonces. Además, su carrocería, fabricada con láminas de acero y acabada con madera, mostraba la dedicación a la calidad y durabilidad que Dodge mantiene en la actualidad.
Aunque solo se produjeron 249 unidades en su primera tirada, resultó suficiente para que el Betsy se transformarse en la semilla de una larga tradición de vehículos robustos y confiables.
¿El auto más icónico de Estados Unidos?
Cuando se piensa en Dodge, es casi imposible no imaginar los muscle cars que han redefinido el segmento de los autos deportivos. Por ejemplo, el Charger, Challenger y Viper que han convertido a este fabricante en un referente de potencia y estilo.
Así, es difícil concluir en que el coche más icónico de Dodge o de Estados Unidos sea uno de hace 110 años con solo 35 CV. Sin embargo, la cuestión pasa por otro lado. El Old Betsy adquirió un lugar único en la historia por ser el primero en una larga y exitosa trayectoria.
Además, para los fanáticos de los autos y los historiadores, este vehículo representa el inicio de la identidad de Dodge; un enfoque en la calidad, la durabilidad y la innovación. Y, a su vez, una parte de la explicación por qué Ford, Chevrolet y otros rivales evolucionaron hasta ser lo que se ve hoy.