El GMC Syclone, un ícono de los años 90, surge una vez más y no como un modelo nuevo, sino como una joya que se encuentra en subasta y que está generando un revuelo entre los entusiastas. No es cualquier vehículo ni mucho menos una simple pick up, razón que explica el por qué de la alta repercusión.
Esta pick up de GMC, la división de lujo de la división del fabricante estadounidense General Motors, representa una combinación casi perfecta entre robustez y alma de dragster. A esto hay que sumarle su escasa cantidad de millas recorridas y su buen estado.
¿Cómo surgió esta GMC Syclone y por qué es tan especial?
En su génesis, el Syclone nació de una idea audaz en General Motors: ¿Cuál concretamente? Dotar a un pick up compacta de prestaciones propias de un deportivo de alto rendimiento. Así, se tomó el confiable motor Chevrolet V8 de 4.3 litros, se le agregó un turbo Mitsubishi TD06-17C junto con un intercooler Garrett de agua y aire y un sistema de inyección electrónica, entre otros componentes.
El resultado fue asombroso: de los modestos 200 CV que entregaba el motor en su versión original, el Syclone pasó a desarrollar un total de 284 CV y 475 Nm de torque. De esta manera, desafiaba los estándares de la época.
Y no solo eso. A la camioneta se le aplicaron mejoras en la transmisión, con una caja automática de cuatro velocidades que se acoplaba a una transfer BorgWarner 4472. Esto permitía distribuir el par de forma variable (y eficiente, claro) entre las cuatro ruedas.
Otras características que explican su alto valor
En el apartado estético, esta pick up no pasaba inadvertido. Con una carrocería negra y llantas de aluminio de 16 pulgadas, irradiaba una presencia imponente en las carreteras. Y, como consecuencia del mencionado propulsor que se le montó, aceleraba de 0 a 60 mph (casi 100 km/h) en apenas 4.3 segundos. Un verdadero deportivo, teniendo en cuenta su antigüedad de más de 30 años.
Se trataba, además, de un modelo limitado, ya que se produjeron solo 2497 unidades entre 1991 y 1992. Sin embargo, su legado se mantiene al día de hoy, por lo que encontrar una de estas joyas en condiciones óptimas es todo un acontecimiento.
Por esta razón, la reciente aparición de un GMC Syclone en una subasta en línea despertó tanto interés. Esta unidad en particular se vendió en 1991 en Pensilvania y presenta un excelente estado. De hecho, recorrió solo 328 millas en su odómetro. Y su propietario actual sustituyó, por ejemplo, el intercooler e instaló neumáticos nuevos Nitto NT555RII.
¿Por cuánto se subasta esta pick up y cómo conseguirla?
La puja actual por este ejemplar excepcional ya superó los 75000 dólares y se espera que se acerque cada vez más a 100 mil. Si te interesa adquirirla, lo puedes hacer desde la web de Bring a Trailer.
Si bien está lejos de ser la subasta más cara de la historia, hablar de un valor cercano a 100 mil dólares sorprende a cualquier aficionado. Y no siempre sucede con una pick up. Es lo que explica también el significado de la camioneta hace tres décadas, todo lo que contiene y el hecho de haber recorrido apenas 328 millas. Es decir, un promedio de 10.2 por año.