Historia del Porsche 928: ¿Por qué fue uno de los mejores?

Porsche 928, uno de los coches más especiales de la historia y con un premio único

El Porsche 928 ocupa un lugar especial en la historia automotriz, por su diseño y performances (algo habitual en esta marca), pero fundamentalmente por ser el único deportivo que obtuvo el prestigioso galardón de Coche del Año en Europa. 

Historia del Porsche 928: ¿Por qué fue uno de los mejores?

Este modelo, además, fue pensado como el sucesor del icónico 911 con el fin de establecer una nueva dirección para Porsche. Sin embargo, la pasión de los entusiastas y el espíritu de dicho modelo impidieron que este objetivo se concretara en su totalidad.

¿Qué motor tenía el Porsche 928 y por qué fue un proyecto ambicioso?

En la década del ‘70, los ingenieros de la firma de Stuttgart creían que las normativas ambientales y de seguridad obligarían a dejar atrás el motor bóxer de seis cilindros refrigerado por aire del 911. En consecuencia, el desarrollo del 928 se centró en crear un Gran Turismo que combinara confort, espacio, rendimiento y usabilidad diaria. 

Después de analizar varias configuraciones técnicas, se optó por un motor V8 delantero y una transmisión en disposición transaxle que permitió un equilibrio perfecto para un coche de gran turismo.

El propulsor V8 de 4.5 litros refrigerado por agua, que debutó en el 928, se eligió no solo por su potencia, sino también para reducir el ruido característico de los refrigerados por aire. Este enfoque, a su vez, buscaba satisfacer las demandas del mercado estadounidense que representaba una parte significativa de las ventas del modelo.

Un coche que desafió la adversidad, otro de los puntos destacados

El desarrollo del Porsche 928 no estuvo exento de desafíos. La Crisis del Petróleo de 1973 complicó la situación y los fabricantes se vieron presionados a producir coches más eficientes en consumo. A pesar de eso, la marca siguió adelante con el proyecto, aunque con algunas modificaciones, como la reducción de la cilindrada del motor de 5.0 litros a 4.5 litros.

Asimismo, durante las pruebas, se utilizaron vehículos de otras marcas, como el Mercedes SL y el Opel Admiral, para perfeccionar la innovadora suspensión trasera y la configuración de la transmisión. El sistema del Porsche 928, conocido como Eje Weissach, se preparó para mejorar la estabilidad en curvas, un problema común en los autos de propulsión trasera de aquel entonces.

Cabe destacar que, debido a su suspensión, optimizaciones aerodinámicas, bajo peso y altos cilindrajes, el 928 podía -en algunos casos- acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos. No fue el deportivo más rápido, pero sí sorprendió al mundo como pocos en los 80 y ‘90.

¿Cuándo debutó el Porsche 928 y hasta qué año se fabricó? 

El Porsche 928 debutó en el Salón de Ginebra de 1977, donde fue recibido con elogios por la prensa especializada. Entre este y 1995, año en que dejó de fabricarse, hizo historia al convertirse en el único deportivo en recibir el mencionado premio Coche del Año en Europa. Así, confirmó que era más que un simple sucesor del 911 y que se transformaba en un verdadero referente en el segmento de Gran Turismo.

A lo largo de su vida, el 928 experimentó varias evoluciones. En 1980, apareció la versión 928S, con un motor de 4.7 litros y 300 CV, capaz de alcanzar los 250 km/h. Posteriormente, se aplicaron optimizaciones como un cambio automático de 4 velocidades y sistemas de inyección más avanzados. En 1987, surgió uno con un propulsor de 5.0 litros (podría decirse el frustrado de unos años antes) y 320 CV.

Por su parte, la variante GT, lanzada en 1990, incrementó la potencia a 330 CV e incorporó un diferencial autoblocante. Finalmente, cerró la historia con un propulsor de 5.4 litros y 345 CV que vendió hasta 1995.

Un diseño atemporal que aún lo exhibe como único

El diseño del Porsche 928, obra de Wolfgang Möbius, continúa siendo admirado por su elegancia y aerodinámica. Su silueta fluida, con un largo capó y una cabina compacta, recuerda a otros iconos como el Jaguar E-Type. Los faros redondos retráctiles y los paragolpes integrados en la carrocería le proporcionaron una identidad única, mientras que su estructura mixta de acero galvanizado y aluminio ayudó a reducir el peso para favorecer las performances.

Y eso no era todo. El interior de este icónico coche de Porsche también se destacó por su enfoque ergonómico, con controles intuitivos y un diseño envolvente que priorizaba la comodidad en viajes largos. El equipamiento incluía detalles como asientos eléctricos, aire acondicionado y dirección asistida, lo que lo convertía en uno de los más avanzados.

Además de ser uno de los modelos más especiales de la compañía alemana, el Porsche 928, que dejó un legado inigualable, llama la atención al día de hoy por otra cuestión: es difícil encontrarle un rival directo. ¿Por qué? Por su diseño meticuloso y único, su historia y distintas versiones que solo la hacen comparable con superdeportivos de similares prestaciones.

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