En la actualidad es muy habitual ver pasar pick ups de diferentes tamaños y segmentos por las carreteras. Sin embargo, si nos remontamos a los ‘70 el panorama era diferente y había un desafío: optimizar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones. A partir de esto surgió la Chevrolet Caprice.
Al decirlo así, es un hecho que te preguntarás qué vínculo tiene una pick up nueva con la necesidad de cuidar el medioambiente. Responder Chevrolet Caprice tiene sentido, ya que la literatura la describía como el supremo de la marca, a tal punto de que marcaba el camino para otros modelos.
“No esperamos que cambies tus estándares, así que cambiamos el Caprice”, decía un anuncio de revista en aquellos años. En este contexto, surgió esta pick up de 1975, cuyo sistema de eficiencia se presumía como lo más destacado. En realidad, no era lo único, lo que explica por qué marcó un antes y un después y sigue presente al día de hoy.
Una Caprice usada en venta revivió su legado
La afirmación de que esta camioneta continúa no es literal porque no está en las carreteras, pero sí en los recuerdos del público adulto y, de alguna manera, en modelos modernos como la S10, Colorado y Silverado. Ninguno es líder, pero sí ostenta un éxito importante.
Asimismo, un anuncio de venta de una unidad de 1975 en Classicars reanimó el debate. “Una belleza clásica, con un llamativo color azul que se conserva con el transcurso de los años, solo 54625 millas recorridas y en condiciones excepcionales”, dice su vendedor.
El precio exacto de esta Chevrolet Caprice de hace 50 años es de 40000 dólares. Para algunos es económica y para otros cara, pero esta no es la cuestión. Lo que se exhibe a simple vista es apenas una parte de lo que es realmente.
La Caprice compartía arquitectura con otras camionetas de gran tamaño de Buick, Oldsmobile y Pontiac, pero no era lo mismo. ¿Por qué? Por características que la hacían sobresalir, como, por ejemplo, su robustez.
La generosa distancia entre ejes de 3086 mm de esta pick up (equivalente al de una Toyota Hilux actual) se aprovechó de diversas maneras, lo que explica su utilidad y repercusión. Esta unidad en particular es convertible e incluye molduras cromadas, faros cuádruples, espejos laterales del color de la carrocería y neumáticos Goodyear de banda blanca tamaño 225/75, entre otras cosas.
Claro está que el desgaste de esta pick up es evidente, más allá de que resulta incompatible con un vehículo de hace medio siglo. Se aprecia en las imágenes un daño leve en una de las esquinas traseras. En cambio, por dentro y al andar se encuentra óptima. “Guardado en un garaje toda su vida y protegido”, señala el anuncio.
Qué motor tiene y cuánto rinde
El vendedor no especificó qué motor tiene esta Chevrolet Caprice, por lo que las opciones son tres, todas V8: 350, 400 o 454. Cualquiera sea, posee convertidor catalítico, transmisión Turbo Hydra-Matic, dirección asistida de relación variable y frenos de disco delanteros asistidos.
Volviendo a su precio, hay un mensaje indirecto respecto a si es, o no, económica: “Puede mantenerte en el estilo al que estás acostumbrado”. Esto significa concretamente que conserva al máximo su esencia. Y algo muy interesante en este sentido era la descripción de “auto económico y lujoso al mismo tiempo”.
Como pick up de colección y para utilizar moderadamente parece una gran opción, y más teniendo en cuenta que no aparece todos los días. Además, implica adquirir un pedazo de la historia de Chevrolet, ya que, sin la Caprice, probablemente las camionetas actuales no serían las mismas.
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