Jerrari, el modelo especial que combinaba a Ferrari y Jeep a la vez

Jerrari, la mezcla de Jeep y Ferrari que dio origen a un icónico modelo

La historia del Jerrari muestra cómo la creatividad y la determinación pueden dar vida a proyectos únicos. Este peculiar vehículo, un Jeep Wagoneer modificado con un motor V12 de Ferrari, marcó un hito al combinar dos marcas icónicas de una manera inesperada.

El creador de Jerrari, Bill Harrah, materializó una idea revolucionaria y hasta difícil de concebir como tal, pero que hoy se considera un precursor del Ferrari Purosangue. Cómo surgió, por qué o para qué, historia y prestaciones.

Una unidad del Jerrari

De idea excéntrica a una realidad que sorprende hoy en día

Harrah, un magnate hotelero estadounidense con una visión única, buscaba un vehículo que reuniera lujo, potencia y capacidad todoterreno para transportar a sus clientes entre Tahoe y Reno.

Esta necesidad dio lugar a una propuesta poco convencional: unir la robustez de un Jeep Wagoneer con la sofisticación y el rendimiento de un Ferrari. Sin embargo, su idea inicial enfrentó un obstáculo significativo: Enzo Ferrari, fundador de la marca italiana, rechazó la idea.

Lejos de rendirse, Harrah decidió tomar el asunto en sus propias manos. Adquirió un motor V12 de Ferrari y lo instaló en un Wagoneer de 1977 para dar vida al Jerrari.

El resultado fue un modelo muy particular que combinaba las mejores cualidades de ambas marcas: la capacidad todoterreno de la norteamericana y el rendimiento deportivo de la italiana, entre otras. Esta última, además, no estaba transitando su mejor momento, tras perder contra Ford en las 24 Horas de Lemans.

Jerrari por dentro

Motor y características técnicas del Jerrari

Jerrari contaba con un motor V12 de Ferrari de aproximadamente 320 CV que se acoplaba a una transmisión manual de cinco velocidades para alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos, un hito para los años ‘70.

Así y todo, lo más impresionante del vehículo no radicaba en sus prestaciones, sino en la singularidad del concepto y la ejecución del proyecto.

El auge y el posible futuro era tal que, un tiempo después, Bill Harra construyó una segunda unidad. Por fuera era casi idéntica, pero debajo del capot incorporó el V12 para montar un V8 en la primera.

Un nombre con historia

Originalmente, Harrah buscó que el vehículo conservara el nombre Ferrari, pero, tras recibir una nueva negativa por parte de Enzo, lo bautizó como Jerrari. Este nombre combina la "J" de Jeep con la firma de Marinello y reemplaza el emblema del Cavallino Rampante por una caricatura de Eugene the Jeep, un personaje de la historieta de Popeye.

Este animal imaginario, mezcla de perro y oso, podía teletransportarse y moverse en cualquier terreno, una referencia perfecta para las capacidades todoterreno del Jerrari. Igualmente, lo más importante radicó siempre en cómo lucía y lo que ofrecía.

Proceso de desarrollo de Jerrari

Un legado inesperado, pero muy valioso

Pese a ser un proyecto único, el Jerrari anticipó una tendencia que Ferrari tardaría décadas en adoptar: el desarrollo de un SUV. Enzo Ferrari nunca estuvo de acuerdo con la idea, pero el lanzamiento del Purosangue en 2023 demostró que el concepto de Harrah estaba adelantado a su tiempo.

Cabe recordar que este vehículo, que ya puede calificarse como clásico, recorrió más de 24000 kilómetros en su primer año. Actualmente forma parte del Museo Nacional del Automóvil Argentino, donde estará exhibido durante un año.

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