El legendario Porsche 959, un verdadero ícono de la ingeniería automotriz, tiene un digno sucesor: el Marsien. Aunque debido a su condición de mítico carezca de un heredero directo, este superdeportivo creado por Marc Philipp Gemballa GmbH honra su legado y su impacto en el mundo automotor ya es indiscutible.
Con una producción limitada a solo 40 unidades, el Marsien ya comenzó a llegar a manos de sus afortunados propietarios en 16 países. Sus performances están más que a la altura de lo que un vehículo de Porsche exige y presenta cualidades muy modernas que se combinan con la esencia clásica del 959, que se produjo entre 1986 y 1988.
Un proyecto exclusivo y costoso: cómo es el Porsche Marsien
El Marsien parte de la base de un Porsche 911 Turbo S, cuyo precio oscila los 250 mil euros. Sin embargo, para convertirse en el Marsien se requiere de una inversión adicional de 500 mil euros, por lo su costo total asciende a unos 750 mil.
Se trata de un proyecto exclusivo que se agotó rápidamente tras su lanzamiento en 2021, lo que demuestra el interés y admiración que genera entre los entusiastas de los superdeportivos un modelo que dejó de fabricarse hace más de 30 años.
Asimismo, detrás del Marsien hay un equipo de ingenieros con experiencia en competiciones como las 24 Horas de Le Mans. El vehículo, además, cuenta con 422 componentes personalizados, entre los que destacan la suspensión ajustable KW y un sistema de escape de titanio. Con un diseño cuya altura libre puede ajustarse desde 120 hasta 250 mm, se adapta tanto a la pista como al contexto urbano.
Cabe mencionar que la carrocería de este modelo está compuesta por 80 paneles de fibra de carbono y es 50 kg más ligera que la del 911 Turbo S original. Además, fue sometido a pruebas extremas en diversas condiciones y en todas respondió de manera satisfactoria.
Motor y rendimiento del heredero del Porsche 959
El Marsien ofrece dos configuraciones de potencia: la versión básica cuenta con un motor bóxer de 3.8 litros biturbo que entrega 750 CV y 930 Nm, acelera de 0 a 100 en 2.7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 300 km/h. Y, para quienes buscan más potencia, hay una opción de 830 CV que posee turbos más grandes y una ECU optimizada por RUF, pasa de 0 a 100 en 2.2 segundos y supera los 300 de máxima.
De todos modos, este coche de la firma de Stuttgart trasciende las altas performances de un deportivo, ya que cada una de las 40 unidades es única debido a que puede personalizarse y adaptarse a las preferencias del comprador. Así, la combinación de pintura, tapicería y materiales como alcantara, cuero, aluminio y fibra de carbono permite crear un superdeportivo sin precedentes.
Clásico, moderno, deportivo y algo más es lo que mejor resume al Marc Philipp Gemballa Marsien, el cual muestra cómo la visión y la ingeniería pueden transformar un modelo con más de tres décadas de antigüedad en una máquina extrema y reciente.
Historia del 959
Decir que el Marsien se basa en el Porsche 911 Turbo S de la generación 992 no es casualidad. Este último fue, en su variante denominada GT1, el reemplazante del 959.
En sus tres años de trayectoria se produjeron 337 unidades. Si bien fue escaso y estuvo muy por debajo de las expectativas, desde la marca aseguran que no implicó pérdida de dinero, ya que dio lugar a otros modelos que explican en cierta medida lo que Porsche significa para el mundo de los superdeportivos e incluso para la competición.
Además, el 959 se desarrolló originalmente para competir en el Grupo B, pero más tarde fue modificado para ser un auto de calle para venderse al público. Sus números de producción y ventas resultan muy inferiores al de otros, pero su legado es igualmente histórico, lo cual se evidencia con el Marsien.