La restauración e historia de un Dodge Charger V8 de 1968

Un Dodge Charger V8 de 1968 fue restaurado: la inédita historia de su dueño

Hay modelos que son tan icónicos que siempre adquieren mayor notoriedad, y mucho más si son clásicos. Es el caso de este Dodge Charger de 1968 (es decir, perteneciente a la primera generación) que estuvo en desuso durante décadas y fue recientemente restaurado por su dueño original.

Pete tiene 96 años y es un entusiasta de los autos, además de una prueba fehaciente de que la pasión por los clásicos no cesa. Tuvo guardado durante más de 30 años su Charger V8 440 como consecuencia de que a su pareja le parecía muy ruidoso y ahora luce óptimo.

Este hombre estacionó un día su muscle car en un garaje sin saber cuándo lo volvería a arrancar. De todos modos, no estuvo ni cerca de imaginarse de que sería por 30 años, como así tampoco que decidiría restaurarlo a sus casi 100 años.

Parece complejo y sencillo a la vez, ya que el vehículo permaneció siempre en ese mismo lugar, bajo techo, sin contacto con el exterior y acumulando polvo como todo objeto abandonado. Al mismo tiempo, es una historia casi sin precedentes, sobre todo tratándose de un muscle car norteamericano tan mítico.

El antes y después de este Dodge Charger

Pete le encargó el trabajo de restauración del clásico Charger al equipo especializado de Ammo NYC, que llevó a cabo un proceso especial que quedó registrado en este video. Hasta incluye el momento en que el dueño abre el garaje y se reencuentra con su vehículo renovado.

La ventaja para Ammo NYC es que el vehículo carecía de mucho desgaste en las diferentes piezas y que el mayor desafío era realizar una limpieza profunda. Igualmente, presentaba algunos desafíos complejos. Por ejemplo, los frenos estaban bloqueados y las ruedas casi no giraban al mover el volante.

El interior, en cambio, sorprendía positivamente por la escasa suciedad y, a su vez, por no estar húmedo, lo cual se explica por las ventanas que estaban mal selladas y, por ende, permitían cierta ventilación. Se encontraron ratones en la cajuela, pero quitarlos no implicó un problema mayor.

El motor y la puesta a punto del encendido

De todos modos, lo más relevante de la restauración del Dodge Charger V8 440 radicó en la parte mecánica. ¿Por qué? Porque debajo del capó montaba un poderoso V8 de 7.2 litros y 431 CV que, pese a la cautela de los especialistas, pudo volver a rugir.

Se revisó el sistema eléctrico, se rehicieron los carburadores, se repararon fugas de combustible y se ajustaron algunas piezas para dejar al propulsor lo más a punto posible. Se desconoce si quedó exactamente igual, pero encendió, que era el gran objetivo.

Asimismo, las ruedas del Charger de Pete fueron sustituidas junto con las llantas y se restauraron los frenos para que regrese a las carreteras sin inconvenientes.

El arranque y el momento exacto en que Pete ingresó al taller y escuchó el ruido de su querido Charger resumen lo más importante de todo. Enseguida se subió y dio un paseo por los alrededores del lugar para disfrutarlo como nunca.

30 años echado a su suerte, un Dodge Charger de primera generación y un hombre que con 96 años vuelve a disfrutar de su vehículo como hace cinco décadas. Sin dudas, esta no es solo una historia de autos o de restauraciones.

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