El Buick Grand National de 1987 es un modelo no llama tanto la atención, pero sí guarda un poder oculto que lo convierte en un verdadero ícono del mercado estadounidense. En su versión original entregaba 240 CV, pero fue llevado luego a otro nivel para oscilar los 1300 CV y ser uno de los deportivos más importantes.
Esto último sucedió como consecuencia de la innovadora intervención de Ringbrothers, los maestros del restomod, con su nueva creación: el Invadr. Es cierto que nunca fue un modelo pensado para competir, pero por diversos aspectos se transformó en un favorito para los amantes de las carreras.
De 240 a casi 1300 CV: el antes y después de este Buick Grand National
El Buick Grand National exhibe un diseño y estructura robustos que fue aprovechado por Ringbrothers para elevar su potencia de 240 a 1246 CV. ¿Cómo? Montando un motor V6 de 3.8 litros y doble turbo desarrollado por Duttweiler Performance que alcanza también 1355 Nm de par.
Asimismo, este vehículo incluye también un cigüeñal especial y cilindros de aluminio personalizados que contribuyen en conjunto a una máquina excepcional. Para gestionar la fuerza del Invadr, Ringbrothers equipó al Buick Grand National con una transmisión Tremec T-56 Magnum de seis velocidades que envía toda la potencia a las ruedas traseras para garantizar una aceleración brutal.
Otros cambios clave para un desempeño sin precedentes
En este proyecto se incluyó también un chasis reforzado y creado por Roadster Shop para el Buick Grand National de 1987, junto con amortiguadores ajustables de alta precisión de Penske, entre otros accesorios. El objetivo era no solo conseguir aceleraciones y velocidades récord, sino también una gran estabilidad y seguridad.
Para asegurar un control adecuado sobre esta bestia sobre ruedas, el Invadr sumó discos de freno cerámicos tomados de un Corvette ZR1 C6 y pinzas de freno Brembo. Y todo el sistema eléctrico se renovó para soportar la complejidad del nuevo motor y las demandas del rendimiento mejorado, tanto en pista como en otros contextos.
Agresividad y estilo en cada línea exterior
Estéticamente, el Invadr o Gran National conserva la silueta musculosa, pero añade toques modernos que lo hacen ver aún más imponente. Las llantas HRE de 19 pulgadas en la parte delantera y 20 pulgadas en la trasera, calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, optimizan su agarre y performances en curvas, al mismo tiempo que le confieren una presencia espectacular.
Como si fuera insuficiente, el vehículo incorporó una entrada de aire en el capó y un discreto alerón trasero. Ambos se aprecian fácilmente y potencian su imagen agresiva sin perder la esencia clásica, además de contribuir a su mencionada estabilidad y seguridad en la alta exigencia.
Retro y moderno, la combinación en el interior del Buick Grand National
El habitáculo del Invadr mezcla lo mejor de ambos mundos: la nostalgia de un coche clásico y las comodidades más modernas. Ringbrothers incluyó todo esto:
- Una jaula antivuelco para reforzar la seguridad
- Fibra de carbono en el volante y el salpicadero para tecnología avanzada
- Tapicería de alcántara que añade un toque de lujo y sofisticación
Así, el Buick Grand National, pese a sus 37 años de antigüedad, consta de uno de los autos deportivos norteamericanos más apreciados y anhelados. Con la repercusión que adquirió en el último tiempo, se espera que la marca a la que pertenece pueda escalar posiciones en un ranking en el que quedó muy relegada por Ford, Chevrolet y otras de su región.
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