La gama del Dodge Durango está experimentando una transformación significativa con la despedida de dos de sus versiones más emblemáticas: Citadel y 392. Este cambio marca el final del icónico motor HEMI V8 de 6.4 litros, uno de los tradicionales de alto cilindraje y sin acompañamiento de turbo más importantes.
De todos modos, Dodge conservará tres variantes con opciones atractivas para los amantes de este SUV. Se trata de una transición hacia la electrificación que ya están llevado a cabo otras marcas norteamericanas como Ford, Chevrolet, Cadillac y GMC. Aquí te contamos todo lo que tienes que saber.
V8 de 6.4 litros: la despedida al HEMI más grande
Con la eliminación de las versiones Citadel y 392, el Durango también se despide del propulsor HEMI V8 de 6.4 litros de 475 CV que lo convertía directamente en un auto deportivo.
Dado lo que significará la ausencia de esta mecánica por los fanáticos de la marca y del alto desempeño, hay variantes que permanecerán en la gama, al menos para 2025. ¿Cuáles? Estas tres:
Durango GT
Posee un V6 de 3.6 litros de 295 CV, cuya esencia es similar a la del V8, aunque con dos cilindros menos y un cilindraje considerablemente inferior. Se acopla a una caja automática de 8 velocidades con tracción integral.
R/T
Su motor es el HEMI V8, pero de 5.7 litros en lugar del 6.4 y 360 CV de potencia. Es decir 115 menos. Se asocia a una transmisión automática de 8 velocidades con tracción integral y la suspensión es deportiva, lo que deviene en un andar sensacional.
SRT Hellcat
Es la variante más poderosa de la gama y se posiciona como el modelo insignia del Dodge Durango. Dispone del HEMI V8 de 6.2 litros supercargado que alcanza los 710 CV y le permite acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3.5 segundos, aunque la velocidad máxima está limitada a 180 km/h. Su suspensión es adaptativa.
Un paso hacia el futuro, pero con raíces en el pasado de Dodge
La decisión de Dodge de eliminar versiones con motores grandes y costosos refleja una tendencia hacia la optimización de su oferta. Sin embargo, al mantener variantes como la SRT Hellcat asegura que el espíritu de alto desempeño y adrenalina del Durango siga vivo.
En otras palabras, la estrategia consiste en lo descrito al principio. Es esencial ir hacia la sostenibilidad total de la gama, tal lo que sucede con otras compañías tanto norteamericanas como europeas, asiáticas, etc. Por eso, la idea es que lo tradicional y lo eléctrico convivan durante cierto lapso de tiempo.