La llegada y la comercialización de vehículos autónomos ya no es una utopía o algo que ocurrirá en muchos años. Con Tesla y otras marcas presentando grandes avances en esta materia, los semáforos, un sistema esencial de control de tránsito, preparan un cambio significativo, con una cuarta luz de color blanco.
No está 100% confirmado, pero muchos investigadores y expertos en movilidad urbana consideran el blanco como un color clave para los vehículos autónomos. Si estos se masifican, entonces desempeñará un rol protagónico.
¿Para qué una cuarta luz en los semáforos?
Desde que los semáforos se implementaron por primera vez en Cleveland en 1914, el sistema de tres luces (roja, amarilla y verde) se convirtió en estándar en todo el mundo. Sin embargo, los avances tecnológicos, especialmente en el campo de los coches autónomos (AV), están impulsando a evaluar la introducción de una cuarta luz.
Más allá de pasar de tres a cuatro luces, el color blanco no sería uno más. ¿Por qué? Porque cumpliría una función muy particular. Ali Hajbabaie, profesor de ingeniería en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, asegura que serviría para indicar que hay suficientes vehículos autónomos en la carretera capaces de gestionar el flujo de tráfico por sí mismos.
En lugar de depender del conductor humano, el sistema permitiría que estos modelos tomen el control en intersecciones y guiar a los convencionales que los siguen. Implicaría, de algún modo, el siguiente mensaje: “Del total de vehículos que circulan en los alrededores de aquí, un importante porcentaje son autónomos”. Al no ser un detalle nada menor, tendría sentido.
¿Cómo funcionaría la luz blanca?
Cuando los conductores llegan a una intersección tradicional, deben detenerse ante una luz roja o avanzar cuando la luz está en verde. Con la blanca, el comportamiento cambiaría por completo, lo que explica por qué no es una más. Si está activa, significaría que los vehículos autónomos están controlando el flujo del tráfico.
Concretamente, si se enciende el foco blanco del semáforo, los conductores humanos deben seguir al que tienen delante. Es decir, un autónomo. De esta manera, las rojas y verdes pierden total vigencia, lo que significa un antes y después en más de un siglo.
Igualmente, este sistema ni siquiera está implementándose y no se espera que se utilice de inmediato. Según Hajbabaie, se requiere de al menos 50% de autos sin conductores para que sea viable. Aunque parece algo muy lejano, no son pocos los que piensan que sucederá antes de lo previsto, más allá de que resulta imposible predecir una fecha o año exacto.
¿Cómo vienen las pruebas piloto?
Actualmente, la Universidad de Michigan está llevando a cabo un programa piloto en Birmingham, un suburbio de Detroit, para probar nuevas formas de gestionar el tráfico utilizando datos en tiempo real obtenidos de vehículos autónomos. Este proyecto no requiere de grandes cambios en la infraestructura, ya que los datos provienen directamente de los carros.
Uno de los desafíos que enfrentan los sistemas de semáforos actuales en Estados Unidos es la capacidad de ajustarse en función del flujo de tráfico en tiempo real. Al desenvolverse en muchos casos con un temporizador fijo, sin tener en cuenta si el tráfico es denso o fluido, las ineficiencias y congestión son protagonistas en diferentes momentos del día.
Así, la incorporación de datos en tiempo real de los vehículos podría mejorar significativamente la gestión del tráfico sin necesidad de costosas actualizaciones de infraestructura.
¿Cuántos vehículos son autónomos en la actualidad?
Más allá de que se trata de un fenómeno en constante crecimiento, el porcentaje de vehículos autónomos que circulan actualmente en las distintas carreteras de Estados Unidos o del mundo es muy bajo.
Se desconoce cuánto exactamente, pero, según Next Move Strategy Consulting, el mercado mundial de coches sin conductor alcanzó las 17000 unidades en 2022, superó las 20000 en 2023, este año también se encuentra en crecimiento y, para 2030, llegará a casi 128 mil. Aún falta mucho para ver la luz blanca en los semáforos, pero ya es necesario prepararse.