Pocos modelos logran trascender su época para convertirse en leyendas. Este es el caso del Fiat 850, que está celebrando su 60º aniversario como uno de los autos más polifacéticos de la historia.
El legado del 850 va mucho más allá de su objetivo inicial de sustituir al icónico Fiat 600: surgió en 1964 y se destacó por su capacidad de adaptarse a diversas necesidades y por su atractivo en mercados globales, incluyendo al estadounidense. Estableció un punto de inflexión, casi como el 1100.
¿Cuántos diseños tenía?
El Fiat 850 fue presentado en mayo de 1964 y fue diseñado por Dante Giacosa, quien también estuvo detrás del exitoso y mencionado 600. Con su arquitectura todo atrás, que colocaba el motor y la transmisión en la parte trasera, logró optimizar el espacio interior en una longitud de apenas 3575 mm.
Este enfoque permitió que el Fiat 850 ofreciera cinco plazas cómodas, un maletero en la parte delantera y un respaldo abatible en los asientos traseros para mayor modularidad. Es decir, todo lo necesario para que las personas y familias dijeran: “Este es el modelo que necesitamos para el día a día”.
El motor inicial era un Fiat de cuatro cilindros y 0.8 litros, de 34 CV y con una velocidad máxima de 120 km/h. Más adelante, se introdujeron versiones más potentes, como el 850 Super de 37 y otros que llegaron a los 52, con máximas de hasta 152 km/h. Es escaso para la actualidad, pero muy aceptable hace 60 años.
Coupé y Spider, las opciones deportivas
El Fiat 850 no se limitó a ser un auto familiar. Su evolución incluyó variantes deportivas que lo llevaron a otro nivel: el 850 Coupé y el Spider, ambos lanzados en 1965. ¿El objetivo? Atraer a los entusiastas de la velocidad con un modelo que ya ostentaba una interesante reputación.
El 850 Coupé, concebido por los hermanos Boano, sobresalió por un diseño aerodinámico que recordaba al Dino Coupé. Estaba equipado con un propulsor de 47 CV y su máxima era de 136.6 km/h, suficiente para superar a muchos de sus rivales.
Además, ofrecía detalles exclusivos, como un salpicadero con instrumentos dobles y un volante de estilo Racing. Y hubo versiones más potentes desarrolladas por Carlo Abarth, incluyendo una de 1.6 litros con una velocidad máxima de 211 km/h, casi un récord para aquel entonces.
Por su parte, el Spider constó de una obra maestra de Pininfarina, con Giorgetto Giugiaro como protagonista. Este biplaza de líneas elegantes y afiladas pesaba apenas 725 kg y podía andar a 152 km/h. Como extra, se podía agregar un techo rígido para los días lluviosos, para reforzar su versatilidad y estilo.
Otras características del Fiat 850
El Fiat 850 no se limitó a ser una berlina o un deportivo. Su condición de polifacético lo llevó a contar con una variante minibús, el T, ideal para familias numerosas o uso comercial. Se trata de una diversidad de carrocerías que lo proclamó como único y le permitió ganarse un lugar en el corazón de miles de personas.
Como si fuera poco, el 850 también tuvo un papel destacado en la cultura popular. Fue protagonista en películas y series, como la francesa Max y los Chatarreros (1971) o la española La Piel Quemada (1967), donde representó a la clase trabajadora en una época de cambios sociales.
Con más de 2.3 millones de unidades vendidas entre 1964 y 1973, este auto demostró ser mucho más que un sucesor del Fiat 600. 60 años después de su lanzamiento, sigue siendo recordado como un icónico que marcó un antes y un después como pocos.